martes, 13 de diciembre de 2011

Concierto de Rihanna en Praga: 17.000 'almas' en ebullición

La gente acude puntual a ver a Rihanna en el O2 Arena de Praga. A las 18.00 horas ya se agolpaba el público a las puertas del recinto, pero todavía tendrían que esperar unas horas para ver a la barbadense. Las excesivas medidas de seguridad (prohibidas cámaras, pero no teléfonos de última generación provocan tapones en las puertas y durante los primeros minutos (casi 60, para ser exactos) la sensación en el interior del recinto es de vacío. Pero poco antes de las 20.30 aparece Calvin Harris (llamado a ser el nuevo DJ de moda). "It's a pleasure to be here", dice, y pincha 'Barbra Streisand', de Duck Sauce, y al respetable allí presente (aún faltarían unos cuantos por entrar) se le olvidaron esperas, los malos modales y hasta los retrasos. La noche parecía salvada. 

Tras varios éxitos suena 'We found love' y la gente enloquece. "Are you ready for Rihanna?" pregunta Harris. Los gritos se confunden con la música. Pero se dan las luces... Toca calmarse. ¿Cuánto falta para que llegue Rihanna? 

Empieza el espectáculo: Rihanna hace su aparición rubia, con gabardina azul y zapatos rosas. Suena 'Only girl in the world'. Segundo tema, con la diva en bikini, 'Disturbia'. Más espectáculo que voz. 

La temperatura baja y el concierto mejora con los ritmos reggae de 'Man down'. Luego, Rihanna al cuadrado, de sobrio negro y de nuevo vuelta al dos piezas para 'S&M'.
El momento caliente de la noche llega cuando Rihanna selecciona a un afortunado de entre el público (uno de los que están en los laterales del escenario, que para eso han pagado más) y lo sube con ella para un sensual baile. El elegido desaparece con la diva bajo las tablas mientras la corte de bailarines entretiene al respetable... Entonces vuelve Rihanna rodeada de soldados con 'hard' y nuevo modelo: bélico a la par que sexy, que es lo que procede.

Rihanna desaparece y resurge entre el publico en una plataforma hidráulica, similar (aunque mas pequeña) a la que usaron los Rolling Stones en su última gira. Luego 'Live yogur live' y en Praga la gente enloquece. 


Y aún mas con 'Unfaithfull', tema para el que de nuevo reaparece con otro modelo: vestido amarillo, largo hasta los pies y hombros descubiertos. Acto seguido, 'I hate that I Love you', tema que comparte con David Bisbal.  

Todo apunta a la despedida con 'California King Bed', pero... Todavía queda un buen puñado de 'hits' ('Umbrella', 'We found love...') que llevarán al O2 arena praguense a superar la barrera de la ebullición. Un concierto que cerca de 17.000 personas recordaran durante un tiempo y que el centenar de españoles tocados por la varita de Movistar no olvidara en la vida. 

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